Es un arenal semiurbano, con paseo marítimo y zona de recreo para niños. La playa tiene una longitud de casi 2 km y es conocida porque en ella se practican habitualmente deportes como el surf o el bodyboard, gracias al fuerte oleaje que se produce. La playa dispone de todos los equipamientos (chiringuitos, bares, puesto de socorro y salvamento, duchas, papeleras).​ Los dos extremos de la playa están especialmente vigilados por las corrientes que se producen.

En las inmediaciones de la playa se encuentran una zona dunar, la laguna de Doniños, un amplio pinar de monte común y el castro de Lobadiz. También se conservan restos de una batería de artillería de costa del siglo XVIII, que formaba parte de un conjunto defensivo.